El Silencio


Por: Ana María Mejía

Hacia la 8:30 a.m. comenzamos  nuestro recorrido para El Silencio, el cual está ubicado en la punta donde termina  la vereda Potreritos y empieza La Reserva El Romeral. Es como una meseta y está a casi dos horas de nuestro corregimiento San Antonio de Prado;  su altura es de 2.600 metros sobre el nivel del mar.

Yo iba acompañada por tres compañeros más la profe y dos guías, mientras subíamos menos ruido se escuchaban y aprovechamos el momento para tomar fotos y grabar sonidos que no son muy comunes en la ciudad.

El Silencio es un lugar lleno de mitos, el más común es el de la gallina y sus tres pollitos de oro, también se dice que hay muchas brujas y duendes que fácilmente lo hacen perder a uno. También encontramos varios huecos de 3 y 4 metros de profundidad, dicen que El Silencio está lleno de guacas, hay que recordar que muchas veces en semana santa es donde aparece aquella luz que guía a las personas que se merecen encontrarlas.




Al llegar a El Silencio no se escuchaba nada más que los mismos pasos de uno. El Silencio es mágico, solo falta aquel sentimiento y pasión por descubrir la naturaleza, por sentir los ricos y tan afortunados que somos por tener un pedacito de un pulmón que nos da el aire para vivir.

El sonido de El Silencio


Por: Maicol Giraldo
Una mañana un poco soleada nos dirigimos hacía la montaña El Silencio. En el camino redondeaba la soledad, caminos llenos de suspenso y  terror por tantas leyendas plasmadas en las rocas a veces olvidadas por los   habitantes  del corregimiento. Pero hoy ¡el día esperado! decidimos revivir estas historias para que no queden plasmadas en el ayer. Así comienza esta historia. Eran caminos perturbados, difíciles de caminar, abundantes en piedra y lodo; solo se alcanzaban a escuchar los gemidos de la naturaleza, nuestros pasos y suspiros profundos salientes del corazón. Anonadados por el cansancio; cada vez  era más difícil llegar a la cima de la montaña, como el túnel al que se le ve  la luz y  no  se  llega   allí.

En el camino tomábamos fotos  a  lo  que  llamaba nuestra atención. Como   a  un   cuarto del camino donde todo parecía normal, nuestros pasos se detuvieron, llegamos a  una acogedora finca, un lugar tranquilo, era como estar en casa, un lugar donde se escondían muchas historias, allí se encontraba  un   hombre,  con atuendo de épocas atrases, una vestimenta de campesino, nos contó terrorosas leyendas, donde el suspenso era la fase primordial; historias como la de la gallina de oro y los tres pollitos que siempre iban detrás, siempre se aparecían en los días santos sobre la laguna de El Silencio mostrando un entierro por descubrir, pero solo este se le revelaba  a las personas limpias de corazón y sin envidias; también estuvieron las  brujas  como protagonistas donde la historia dice  que  aparecen de  noche con carcajadas macabras y muy  fuertes que asustan a los campesinos y muchas otras crónicas olvidadas por los susurros del viento, esperando el tic tac del reloj para salir de nuevo a  la  luz pública. 

De allí salimos con la ilusión de conocer la famosa “Laguna de El Silencio”, pero el camino se hacía cada vez más difícil, cuando por fin llegamos al portón de la entrada, a la cima de El Silencio surgió en nuestros rostros una  agradable sonrisa, ya  llegando a  la  cima  nos  sentamos a observar el paisaje aunque con la vista opaca por causa de la neblina, ¡era una vista hermosa¡, luego disfrutamos de acercarnos a la laguna, aunque fue  un poco triste porque  ya se encontraba seca, nos la imaginábamos  llena de agua, una laguna tenebrosa, pero no fue así. Además conocimos una casa que fue derribada por  una   granada, que recalcaba los rastros de la absurda guerra. Observamos muchos lugares de donde  salieron tantos mitos y leyendas escondidos y que están tan solo en las mentes de nuestros ancestros.


Después de haber conocido el lugar en el cual solo se escuchaba un ruido silencioso, quisimos captar los sonidos de dicha montaña y  lo hicimos  aunque fue difícil capturar algún sonido en tanto silencio. Cuando ya terminamos y nos dirigíamos por ese camino tenebroso, el cual se  hacía más difícil de bajada por tanta humedad, en las piedras plantadas en el suelo apareció de la nada  preguntas llenas de miedo por la leyenda del duende, ¿Qué  sucedería si el duende decidiera jugarnos una mala pasada, escondiéndonos el camino, solo por divertirse; como sería el terror al sentirnos atrapado en la montaña  silenciosa de El Silencio sin encontrar salida? Bueno gracias a  los de arribana solo fueron preguntas que se  llevó el viento.

Experiencia en El Silencio


Por: Juan Pablo Gómez

Una Mañana  a  las 8:30 a.m. empezó un recorrido a la famosa montaña llamada El Silencio, este recorrido empezó desde la corporación Ciudad Rural, hicimos una parada en Potreritos, ya estábamos un poco cansados  y allí la guía nos habló  de la Montaña que quedaba a 2.600 metros de altura. Empezamos a subir,  vimos plantas y  árboles muy extraños  que nunca había visto  en la cuidad, me llamo mucho la atención que  cada vez que subíamos el camino se volvía mas estrecho y complicado, veíamos solo vegetación a nuestro alrededor , La Montaña sentía como nuestros pasos la rodeaba,  sentía demasiado cansancio, la llegada se nos hacía más larga.


Cuando íbamos unos 30 minutos de haber caminado nos encontramos con una finquita muy acogedora, allí vivía don “José” un señor con sus manos entierradas de trabajo, su ropa de campesino, y  su sombrero, en su cara se le veía sus años recorridos.  Él nos contó muchas de sus historias que le había pasado en sus años transcurridos, una de ellas es la de la gallina y sus 3 pollitos de oro que aparecían en la laguna de El Silencio, también nos contó que en la noche se escuchaba mucho ruido en la montaña, el señor tenía el pesebre en su finca que se me hizo interesante, hasta quiso hacer una novena con nosotros.


Luego salimos  de la finca con muchas más ganas de seguir caminando hacia esta montaña con sus mitos y leyendas que llama mucho la atención de los que la caminan. Subíamos y subíamos, vi una planta extraña  parecía patas de araña pero esta era grande, verde y sus pelos eran amarillos.




Hasta que al fin llegamos, sentí un descanso por que habíamos caminado demasiado para llegar a este lugar, en ese instante mi cuerpo se enfrió,  todo mi cuerpo fue  perdiendo el calor y el cansancio que había en él. Todo estaba nublado, no era como me lo imaginaba: un día soleado, la laguna con agua, en cambio de eso nos encontramos, con que la laguna estaba vacía, todo nublado, no pudimos recorrer bien el territorio por el clima que había, vimos una casa que había explotado por la causa de una granada, se veía sus rastros todavía de que hay hubo una casa. Después fuimos a comer nuestros fiambres (almuerzos), cada uno llevamos algo para comer. Pasamos un rato agradable. Al bajar la montaña yo iba con 3 compañeros  adelante de la guía, la profesora y una amiga y le gritábamos, era como si las palabras se las llevara el viento porque no nos escuchaban y ellas estando por ahí a unos 8 metros de nosotros , el recorrido de bajada fue súper agradable por que nos caímos demasiado.
La ida a la montaña de El Silencio fue muy interesante porque no solo fuimos a ver una montaña, sino que nos llevamos recuerdos de ella, fotos, el silencio de esta  en nuestras grabadoras, aprendimos de ella porque  tiene lo que no habrá en la cuidad nunca, sus plantas raras y el silencio que se guarda en esta.

Historia de Don Elias


Por: Juan Gabriel López
Don Elias es un señor de Palo Blanco, él  vivia en Armenia muy solo.Los padres de Don Elias le pegaban mucho a él,muy joven se vino a vivir a San Antonio de Prado, después a San Gabriel, La Loma y Palo Blanco. Lo más curioso es que lo asustó: un duende, un gato blanco, un diablo, una bruja y lloraba bastante contando esas historias. Otra historias es en La Florida, donde hubo una Guaca y allí lo asustó una culebra, que era el diablo.

Muy joven se fue a trabajar por la familia,la mamá,el papá y por la señora con la que se casó y tuvo una hija que era muy desobediente, además le amputaron una pierna  y le colocaron una protesis.

Don Elias tiene más o menos 60 años, ya tienen canas, un viejo reloj y se sienta en su silla de ruedas a contar las historias de él, llorando como un niño.

Tanto sentimiento


Por: Bryam Herrera
Años de sufrimeinto y dolor, pasando por luchas y pruebas, Don Elias, habitante del corregimiento de San Antonio de Prado, nos cuenta su vida trasada por experiencias realmente traumaticas, su niñez fue dura, trabajando para ayudar a su familia, colaborando para tener su propia comida. En sus ojos muestra como la vida lo ha golpeado fuertemente, su voz quebrantada narran las historias de terror, suspenso,mitos, que me dejan asombrado. Mis oidos se relajan oyendo esos relatos y no quisiera irme hasta que acabaran sus mil historias.
De verdad le doy gracias  a Dios por las cosas tan maravillosas que me ha dado. Cuando veo a Don Elias me da fuerzas para seguir luchando.Y sus cuentos traen tanto sentimiento que me imagino y me pregunto: ¿Yo que haria en el lugar de él?¿ Cuál seria mi reaccion al encontrarme o al estar al frente del diablo rojo, al frente de esa bestia gigante? ¿Sería capaz de soportar como Don Elias?. Después de haber pasado por tantas cosas me doy cuenta que Don Elias es de aquellos hombres de valor que lloran de corazon.

Don Elías, un hombre de mil historias


Por: Juan Pablo Echavarría
Más que un recorrido, fue una búsqueda de historias, las cuales Don Elías nos podría brindar. Cuando llegamos y vimos por primera vez a Don Elías, más que el rostro de una persona adulta veía el rostro de la experiencia. Esta persona nos acogió de manera muy calurosa, de él en el momento que contaba cada historia caían las lágrimas por sus ojos que reflejaban la sinceridad con lo que relataba este personaje. Cada historia que contaba, me la imaginaba y me preguntaba que hubiese hecho yo en ese momento y cuál sería mi reacción, estas historias me impresionaron mucho.
Este señor nos relato los mitos más comunes a los que alguna vez le tuvimos miedo como las brujas, duendes y hasta el mismo diablo, que fue la historia  más impresionante, ya que en sus historias nos decía que reaccionaba con mucho valor pero con esta no se pudo contener y nos dijo que era un monstruo horrible y que dé la impresión se desmalló. De tan solo imaginarme ver eso tal y como lo dijo me dio escalofrió. Todo esto me impresionó y me di cuenta que estaba en una encrucijada entre creer y no creer, pero lo que si se es que esto forma parte de nuestra cultura casi desaparecida del corregimiento.

Nuestra experiencia con Un día de la vida de Diego

En la vereda Astillero vive nuestro amigo y compañero de escuela Diego, nosotros decidimos contar un día en su vida y así fue nuestra experiencia.

Cuentos de Naranjitos

Naranjitos es uno de los barrios más tradicionales de nuestro corregimiento San Antonio de Prado, así que decidimos investigarlos y encontramos datos sobre su fundación, una historia de amor, relatos de personajes e historias sobre encantos. Entonces hicimos Cuentos de Naranjitos.

En las calles

Los niños de Yarumalito